Cuando era un niño sentía una extraña libertad después de desafiar a mis padres, y es que esa ligereza no era mas que mi falta de responsabilidad ante ciertas situaciones, y ahora me doy cuenta de lo siguiente:

Cuando alguien te alienta a hacerte responsable de tus cosas, después de un logro grande, tienes a ese alguien para ver tu logro vuelto orgullo, y por supuesto toda la sociedad y amigos con un bonito cacho de aceptación.
Pero si ya no tienes a ese alguien para alentarte, note dan ganas, simplemente no eres responsable y te das cuenta que el verdadero eras tu, que la sociedad da igual y que no todos tus amigos te ven bien, pero aun así, siendo tonto (como yo de niño) culpas a ese alguien por no estar ahí.